Hablamos con David Romano, terapeuta ocupacional en ASERHCO, sobre la dislexia. ¿Cómo puede la Terapia Ocupacional ayudar a las personas con este trastorno?

¿Qué es la dislexia?

La dislexia es una dificultad significativa y persistente que afecta a las habilidades lingüísticas asociadas a la lectura y a la escritura. Además, puede ir acompañada de dificultades en el área de velocidad del procesamiento, memoria a corto plazo, descodificación, secuenciación fonológica, lenguaje hablado o habilidades motrices.

De manera general podríamos hablar de dos tipos de dislexia: 

• Dislexia evolutiva o de desarrollo es la que aparece en el niño, pudiendo representar un trastorno de aprendizaje. Puede ir acompañada de dificultades motrices, de memoria a corto plazo…, así como de un enlentecimiento de la velocidad de procesamiento. Una de las consecuencias más complejas de la dislexia infantil es la repercusión en el ámbito académico. Buena parte de los aprendizajes tienen su base en el lenguaje escrito, por lo que los niños afectados por esta dificultad verán comprometidas sus competencias y su progresión escolar.
• Casos de dislexia adulta: también podemos encontrarnos con dislexia en casos de daño cerebral, como uno de los rasgos clínicos tras el mismo.

La dislexia puede aparecer en niños que estén recibiendo una educación adecuada y que tengan una capacidad intelectual normal.

Algunas manifestaciones que podemos encontrar enpersonas con dislexia son:

• Dificultad de comprensión lectora.
• Problemas con la ortografía y con el cálculo aritmético.
• Confusión de letras, sílabas o palabras enteras a la hora de leer.
• Forma de escritura variante, pudiendo llegar a ser ilegible.
• Dificultades en habilidades motoras: atarse los cordones, abrocharse los botones…
• Dificultades en la coordinación. A menudo puede confundir la izquierda y la derecha o las posiciones de arriba y abajo.
• No comprende los problemas matemáticos y puede hacer uso de sus dedos para contar.
• Olvidos frecuentes y problemas en la memoria a corto plazo.

Principales causas de la dislexia

Actualmente,  todavía no se han esclarecido las causas. Principalmente, la dislexia se atribuye a un problema en el neurodesarrollo. Esto quiere decir que se produce una alteración neuronal durante el desarrollo embrionario que repercute desorganizando las conexiones del interior de la corteza implicadas en los procesos de lectoescritura.

Además, se asocia a una menor actividad del hemisferio izquierdo donde se encuentran las áreas visuales, (áreas propias del procesamiento de la lectura) y del lóbulo temporal afectando áreas fonológicas.

Terapia Ocupacional para tratarla

El desempeño en el contexto escolar es una de las tres principales ocupaciones del niño junto con el autocuidado y el juego. La dislexia afecta a este contexto y la intervención desde la disciplina de la terapia ocupacional (TO) sobre esta dificultad y el impacto que representa para el niño afectado, adquiere un papel clave dentro del abordaje interdisciplinar que esta afectación requiere.

La terapia ocupacional se encarga de la promoción de la salud y el bienestar mediante el compromiso con la ocupación. Por lo tanto, las metas planteadas desde este tipo de tratamiento irán encaminadas a posibilitar el desempeño autónomo de la persona afectada en sus principales ocupaciones, atendiendo a las dificultades derivadas del proceso que afecte a la persona.

En el caso de la dislexia, el tratamiento se abordará mediante la aplicación de técnicas de diferentes marcos de referencia, teniendo como meta principal la capacitación del individuo para alcanzar su equilibrio ocupacional. En definitiva, tratar y mejorar las destrezas afectadas para facilitar al niño un desempeño eficaz en la escuela, el juego, su autocuidado…

Algunos síntomas funcionales por considerar a la hora de atender a un niño disléxico serían:

• Dificultades en habilidades motoras finas: atarse los cordones, abrocharse los botones…

Para ello la terapia ocupacional se centrará en las actividades de praxis como coger y manipular el lapicero, las tijeras o los cubiertos.

• Dificultades en habilidades motoras gruesas, de coordinación y equilibrio

Considerando el aspecto psicomotriz, se trataría de interiorizar los procesos de mediación verbal y visuogestual para adquisición progresiva de control de la conducta. En la sesión contemplaríamos jugar a imitar acciones tras determinados gestos; reproducir series de sonidos (palmadas, silbidos…) o acciones con la mano dominante ante diferentes situaciones y estímulos, aprendiendo poco a poco a mediar y controlar el niño su respuesta motriz para que esta sea la esperada en presencia del estímulo (sentido de la grafía de izquierda a derecha, inversión o no de los grafemas dependiendo de la letra correspondiente, copia de la letra solicitada…).

• Déficits en la organización del esquema corporal y lateralidad

Atendiendo a lo neurológico – evolutivo (adquisición de habilidades y destrezas en consonancia con la edad cronológica) habría de abordarse la adquisición del esquema corporal en sus diferentes niveles y su integración en el espacio. Actividades como jugar a esconder juguetes y localizarlos, verbalizar su ubicación; jugar a saltar y cubrir diferentes distancias, con diferentes normas como n º de pasos o saltos, etc.; jugar a realizar diferentes trayectos, con diversas etapas en un orden concreto que el niño tiene que memorizar y respetar…, para ir interiorizando el concepto de pausa hasta llegar a la siguiente etapa, controlando el reflejo de acción inmediata. Asimismo, una vez adquirido el nivel verbal del esquema corporal, se abordará el nivel semiótico, para la consolidación progresiva de la interiorización de los ejes y planos de movimiento, dado que el plano sagital determina la asimilación de los conceptos de izquierda y derecha.

• Problemas de orientación espacio – temporal y ritmo o inadecuada percepción visual

Para los problemas de orientación espaciotemporal o ritmo la terapia se centrará en el entrenamiento de habilidades para copiar letras, formas e interpretar la información visual. Igualmente se incluyen actividades de praxis constructiva como construir conjuntos, realizar puzzles, actividades de coordinación mano-ojo, seguimiento visual, agudeza visual, percepción de la distancia y del tamaño o discriminación visual.

• Dificultad en el procesamiento sensorial

El proceso sensorial es el que nos permite organizar las sensaciones que provienen del exterior y de nuestro propio cuerpo para emitir una mejor respuesta adaptativa. Para ayudar en este proceso, se pueden proporcionar al niño factores cinestésicos, táctiles…, como emplear pintura de dedos, rodar sobre superficies blandas y de diferentes grosores, etc., para estimular en el niño la necesidad de adaptación global a las diferentes exigencias del entorno.

• Problemas en concentración, fijación y elaboración

Centrándonos en las dificultades cognitivas, acudiremos al juego como recurso para la terapia, estableciendo una progresión del mismo acorde a los pasos del desarrollo cognitivo (clasificación, mecanismos de inclusión – exclusión, pensamiento lógico). De este modo, el juego exige la participación de las funciones cognitivas, desde la más elementales a las más complejas. Y sobre todo, aprovechar el componente lúdico en la interacción con el niño, para que poco a poco pueda ir asumiendo que al igual que los juegos, las actividades de lectura y escritura tienen sus normas.

En síntesis, en el caso de niños con dislexia enfocamos nuestra intervención en todos los procesos del neurodesarrollo involucrados en los procesos de lectoescritura, siendo las dificultades motrices, visuales, auditivas o de procesamiento las que influyen principalmente en esos procesos.

Lo adecuado es comenzar con actividades de Terapia Ocupacional una vez se haya determinado que el niño tiene dislexia o problemas en el aprendizaje.  Las actividades se realizan de manera individualizada dependiendo de la fase del neurodesarrollo. 

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